La ciudad de Monterrey, capital del estado de Nuevo León, continúa consolidándose como una de las sedes más prometedoras para la próxima Copa Mundial de la FIFA 2026. En un reciente encuentro celebrado en el Estadio BBVA, el presidente municipal Adrián de la Garza presentó ante el Comité Organizador del Mundial una serie de iniciativas estratégicas que buscan no solo garantizar una excelente experiencia durante el evento, sino también dejar un impacto positivo y duradero para los regiomontanos.
Durante la reunión, el alcalde detalló una visión integral de transformación urbana, social y de seguridad para que Monterrey no solo esté lista para recibir a miles de visitantes de todo el mundo, sino que se fortalezca en aspectos clave que beneficien a sus habitantes más allá del torneo. El enfoque, según lo expresado por el edil, no se limita a los requerimientos logísticos del evento deportivo, sino que responde también a un interés por elevar la calidad de vida en la ciudad y proyectarla a nivel internacional como un modelo de sede organizada, funcional y con visión de futuro.
Acompañado por representantes de la FIFA, como el Host City Manager en Monterrey, Hütt Valenzuela, y por miembros del gabinete municipal, el mandatario local dejó en claro que la ciudad se prepara para un evento global con planificación, tecnología y una estrategia basada en resultados tangibles.
Proyectos que apuntan a la transformación
Uno de los principales ejes presentados por Adrián de la Garza es el programa Transformando Monterrey, un plan que busca impactar directamente en el entorno urbano de la ciudad, con acciones específicas de regeneración en áreas clave. Dentro de este programa destaca el objetivo de rehabilitar el primer cuadro de la ciudad, atendiendo principalmente casas abandonadas que hoy representan un problema de imagen urbana, seguridad y salud pública.
La intención de esta estrategia es múltiple: mejorar el paisaje urbano, reforzar el tejido social y crear un entorno más digno para residentes y visitantes. El proyecto contempla la recuperación de espacios habitacionales para devolverles utilidad y seguridad, al tiempo que se busca inhibir su uso para actividades ilícitas. Esta intervención no solo beneficiará a quienes viven en la zona, sino que también generará una primera impresión más favorable a quienes lleguen del extranjero durante la Copa del Mundo.
Además, el alcalde presentó el plan Monterrey Limpio, cuyo propósito es reforzar la cultura del orden y el respeto al entorno. Para ello, se planea modificar reglamentos municipales y habilitar mecanismos de sanción a quienes mantengan basura o escombros en la vía pública. Esta medida, que será apoyada por la infraestructura tecnológica del centro de monitoreo C4, representa una apuesta por una ciudad más limpia, funcional y acorde con los estándares de calidad internacionales.
Todo esto forma parte de una visión integral que busca transformar a Monterrey en una ciudad más moderna, competitiva y preparada para recibir eventos de talla mundial. Según el alcalde, estos planes no se diseñan únicamente para resolver problemas a corto plazo, sino para que sean parte de un legado urbano y social de largo plazo.
Seguridad, un eje fundamental del plan
Uno de los temas que mayor atención recibió durante la presentación fue el de la seguridad. En este rubro, el programa Escudo Monterrey jugará un papel central. Esta iniciativa contempla una importante inversión en infraestructura tecnológica, vigilancia y sistemas de inteligencia, con el objetivo de garantizar la tranquilidad tanto de residentes como de visitantes durante la celebración del Mundial FIFA 2026.
El alcalde fue enfático al asegurar que la seguridad no es un tema que pueda improvisarse ni dejarse al azar. Por ello, el gobierno municipal ha comenzado a trabajar desde ahora en medidas preventivas y operativas que permitan tener un control amplio y eficiente sobre el territorio urbano en fechas clave.
El plan incluye la modernización de los sistemas de videovigilancia, el fortalecimiento de las capacidades del C4, la capacitación de cuerpos policiales y una mejor coordinación entre autoridades municipales, estatales y federales. También se prevé la implementación de sistemas inteligentes que permitan monitorear puntos estratégicos y anticiparse a situaciones de riesgo.
Este enfoque busca generar confianza tanto en la población como en las autoridades organizadoras del torneo, al proyectar una ciudad que se preocupa por el bienestar y la seguridad de quienes la habitan y visitan. Al mismo tiempo, refuerza la imagen de Monterrey como una sede mundialista con un nivel de preparación serio y comprometido.
Visión internacional con impacto local
Durante la reunión en el Estadio BBVA, también se hicieron presentes Pedro Esquivel, representante del Comité Organizador en Monterrey, y funcionarios del gabinete municipal, quienes respaldaron la presentación del alcalde y compartieron detalles sobre el proceso de preparación que se está llevando a cabo en coordinación con la FIFA.
Los representantes internacionales destacaron el interés y el avance que Monterrey ha mostrado en comparación con otras sedes. En este sentido, la ciudad no solo cumple con los requisitos técnicos que exige un evento como la Copa del Mundo, sino que también ha demostrado un compromiso genuino por aprovechar la ocasión para transformar su realidad urbana.
Más allá del fútbol, lo que se está configurando es una oportunidad histórica para impulsar cambios estructurales en una ciudad que aspira a posicionarse como referente de innovación, desarrollo y gestión urbana. “El Mundial puede durar unas semanas, pero el legado debe durar décadas”, comentó uno de los asistentes al evento.
La planificación de Monterrey incluye no solo obras de infraestructura, sino también estrategias para fomentar la inclusión, fortalecer la cohesión comunitaria y detonar el turismo y la economía local. Se trata, en palabras del propio alcalde, de una transformación que beneficie a todos los sectores de la población.
La reunión con el Comité Organizador ha sido un paso clave para reafirmar que Monterrey va por buen camino, pero también para identificar áreas de mejora y definir los siguientes pasos a seguir. El compromiso de las autoridades es mantener el ritmo de trabajo y asegurar que cada acción tenga un impacto real y medible.
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