- Gobierno Mexicano Abre Conversaciones
- Trump Aumenta La Tensión Comercial
- Reunión Estratégica Antes Del Diálogo Bilateral
El diálogo sobre el tratado de aguas avanzó entre autoridades de México y Estados Unidos en un ambiente marcado por tensión comercial, presiones crecientes y un diálogo bilateral que intenta contener los efectos de una posible presión arancelaria. La conversación, realizada de forma virtual, abrió una ruta inicial para discutir el cumplimiento del acuerdo hídrico en la frontera.

Gobierno Mexicano Abre Conversaciones
El Gobierno de México inició este martes una reunión formal con autoridades de Estados Unidos para revisar el cumplimiento del tratado de aguas. Esta negociación se llevó a cabo en Palacio Nacional y estuvo encabezada por Roberto Velasco, encargado del despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Junto a él participaron titulares de áreas clave que mantienen relación directa con el manejo del agua.
La mesa incluyó a la Secretaría de Medio Ambiente, la Secretaría de Agricultura y la Comisión Nacional del Agua. Cada dependencia expuso datos técnicos y problemáticas que se han acumulado durante los últimos ciclos de intercambio. Además, presentaron el estado actual de los compromisos hídricos que México debe entregar en función del acuerdo bilateral firmado hace décadas.
El encuentro también se desarrolló bajo un ambiente político complejo. La presidenta Claudia Sheinbaum respaldó previamente la estrategia general, pero no participó directamente en la reunión. Funcionarios explicaron que esta sesión era solo el primer acercamiento formal. Por ello seguirán afinando posturas y posibles soluciones en encuentros futuros.
Trump Aumenta La Tensión Comercial
En medio de la negociación, el expresidente estadounidense Donald Trump elevó la presión política. A través de su red social anunció una posible imposición de aranceles del 5% a productos mexicanos. Su mensaje acusó a México de incumplir el tratado de aguas, afirmando que existe un adeudo acumulado que afecta a agricultores y ganaderos del sur de Texas.
El mensaje generó un clima de tensión comercial que influye directamente en el diálogo bilateral. Según Trump, México mantiene un adeudo de más de 800 mil acres-pie, lo que equivaldría a cerca de 986 millones de metros cúbicos. Además, exigió la entrega inmediata de un volumen adicional antes del fin de año, lo que añadió presión sobre los negociadores.
La declaración causó inquietud entre diversos sectores productivos en ambos países. En Estados Unidos, productores agrícolas dependen del agua que llega desde la cuenca del Río Bravo. Y en México existe preocupación por los efectos que podría tener una presión arancelaria sobre los mercados nacionales. Por ello, la reacción del Gobierno mexicano incluyó llamados a mantener un diálogo técnico y evitar politizar el convenio hídrico.
Reunión Estratégica Antes Del Diálogo Bilateral
Antes de establecer contacto con Estados Unidos, las autoridades mexicanas realizaron una sesión de preparación. La presidenta convocó a los titulares de las dependencias involucradas para definir una postura común. En esta reunión discutieron cifras, obligaciones y escenarios posibles ante la presión del Gobierno estadounidense.
Los funcionarios revisaron también informes internos sobre los ciclos de entrega previos. De acuerdo con la información disponible, México ha enfrentado dificultades en distintos periodos debido a sequías y variaciones en los niveles de almacenamiento. Estas condiciones complican el cumplimiento pleno del tratado de aguas, lo que ha generado diferencias sobre los métodos de medición y contabilización del recurso.
Al concluir la preparación, acordaron la narrativa estratégica que presentarían en la conferencia virtual. La prioridad fue sostener el diálogo técnico y mantener la cooperación. También reforzaron la idea de que el tratado es de cumplimiento recíproco y no debe convertirse en tema de confrontación política.

Trump Intensifica Discursos Que Afectan El Tratado De Aguas
El mensaje publicado por Trump incrementó el tono de las discusiones. Aunque su postura no representa una política oficial inmediata, sí altera el ambiente en el que ocurre la negociación. Su declaración añadió presión a las delegaciones y reavivó tensiones históricas sobre el uso del agua en la frontera.
El expresidente también vinculó el presunto incumplimiento al impacto económico en Texas. Argumentó que la falta de agua provoca daños a agricultores, quienes dependen del riego para sus ciclos productivos. Además, su advertencia de aplicar aranceles reforzó la amenaza de un conflicto comercial si no se llega a un acuerdo.
En respuesta, funcionarios mexicanos insistieron en la importancia de atender el tema con datos científicos. Señalaron que cualquier análisis debe considerar las condiciones climáticas, los niveles de las presas y los acuerdos vigentes. Por ello reiteraron que el país seguirá participando en reuniones que permitan aclarar dudas y mantener el flujo de información entre ambas naciones.
Array




